jueves, 15 de julio de 2010

Cruzar la frontera en busca del paraíso: relatos de extranjeros en Argentina

Testimonios de inmigrantes que encontraron en la Argentina una tierra de oportunidades, pero también de discriminación.

Por Renata Da Silva

"A mis nenes les dicen de todo porque son bolivianos"
Oscar tiene 35 años, tres hijos y llegó a la Argentina hace dos años con su esposa Elena. Nació en Cochabamba, Bolivia y no terminó la primaria. Tiene una verdulería en Barracas y sueña con un buen futuro para sus chicos.
Vivir en la Argentina era mi sueño, me fui de mi país porque no tenía trabajo y se vivía muy mal”, arranca Oscar. “No terminé el colegio porque tuve que salir a trabajar para mantener a la familia”, continúa. Además, asegura que no quiere que sus hijos vivan lo mismo que él aunque son muy discriminados en la escuela. “A mis nenes le dicen de todo porque son bolivianos, porque tienen padres que trabajan en una verdulería y no son profesionales. Yo trabajo con dignidad, prefiero esto y no salir a robar”.

"Me miran con asco"
Marcela Vallejos nació en Mariscal Estigarribia, Paraguay. Tiene 36 años, llegó al país hace diez y actualmente vive en Avellaneda. Vende ropa interior en la calle para sobrevivir. “La discriminación que sufrimos los paraguayos es impresionante, hasta cuando fui a sacar el documento argentino me trataron mal”, dice indignada. “La gente pasa por la vereda donde vendo ropa y la miran con asco, como si tuviera alguna enfermedad”.

"Las mujeres no se sientan a mi lado en el colectivo"
Aníbal Neyra llegó hace meses al país, nació en Mollendo, Perú y trabaja como pintor. Afirma que sufrió discriminación y maltratos en la calle y en el trabajo. “Me llegaron a decir: dale negro de porquería, por algo te pago más vale que termines rápido tu trabajo”. Además, cuenta que en la calle también siente cierto prejuicio de la gente: “me miran mal, cuando estoy en el colectivo las mujeres no se sientan a mi lado, por mi aspecto, al estar desalineado y sucio piensan que les voy a robar y no es así, vuelvo de trabajar”.

Cómo los recibe el mercado laboral
Según el artículo publicado por Rosendo Fraga para la Comunidad Boliviana en Argentina, el 40 por ciento de las personas que viven en Argentina le envían permanentemente dinero a sus familias en Bolivia. Sólo el 25 por ciento trabaja con contrato en relación de dependencia, el 21 por ciento trabaja en negro como obrero el 15 por ciento en una verdulería y el 13 por ciento como empleado doméstico. “Fui a una entrevista laboral en un local de ropa en un shopping con currículum, CUIL, documento argentino y todo lo que pedían. Compartí la entrevista con una brasilera. La chica de Recursos Humanos me rechazó automáticamente y sólo hablaba con la brasilera”, cuenta Paola Rámirez, de Perú. “Me miró mal cuando le dije de dónde era. Al final la chica de Brasil se quedó con el puesto”, concluye.
Víctor Colome, llegó de Madrid con un título universitario en mano y en poco tiempo consiguió empleo, en una empresa de publicidad. En cambio, David Martino que vino de Paraguay con el mismo título jamás consiguió trabajo relacionado con su profesión y actualmente es empleado del transporte público. “Llegaron a dudar de la autenticidad de título”, asegura. Néstor Cohen, sociólogo y especialista en discriminación y prejuicio hacia los extranjeros, afirma que estas nacionalidades son discriminadas porque Argentina se constituyó como nación tomando como referencia a las sociedades europeas, y en menor medida a Estados Unidos del siglo XIX, desvinculándose por completo de su pasado indígena. “Vienen porque en sus países viven peor, entonces buscan lo menos malo”, agrega. Además, asegura que paraguayos, bolivianos y peruanos son sectores pobres muy vulnerables, y que en Argentina son tomados en serio, pero como albañiles.
Por último, volviendo el tiempo atrás, entre 1940 y 1950 los discriminados eran las personas que venían del interior, descendientes de indígenas, que eran llamadas “cabecitas negras”. Luego, a fines de siglo, el mismo término fue derivado a extranjeros limítrofes.

Denuncias on line
El INADI creó el Observatorio de Discriminación en Internet, con el objetivo de que todos puedan expresarse libremente en la Web sin recibir agresiones por raza, religión, ideología y sexo, entre otros.

Imagen de blog.laopiniondemalaga.es

Racismo y discriminación en Argentina (el informe de CQC)
(CQC 2007, Telefe)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es increíble lo que pasa en este país con los extranjeros...no esta nada bien!! Cuando yo estuve hace un par de años en España, en uno de los mejores hoteles en Barcelona, la verdad me trataron excelente, la gente del hotel, y los catalanes. Me dio muchísimo placer, y nada de discriminación. Deberíamos aprender a ser así!!!

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