jueves, 8 de julio de 2010

La contaminación del Río Luján

Por Milagros Villarreal.

En Mecerdes, provincia de Buenos Aires, hace décadas se prohibió que los habitantes se bañen en el río o pesquen para comer. Si se quiere entender el por qué es necesario seguir el recorrido del Río Luján y sus vertientes contaminantes.
En la corriente, las irregularidades comienzan en la localidad de Suipacha, donde se denunció que un matadero y una planta de lácteos expulsan sus desperdicios y basura sin tratar al arroyo Los Duraznos, que desemboca en el Río Luján.
Dentro del partido de Mercedes se arroja en las aguas residuos que provienen del frigorífico El Mercedino, de un criadero de cerdos y de un matadero de vacas. La máxima cantidad de desechos industriales y cloacales se encuentra en el “Canal de la 16” (fotos). Aunque en la ciudad hay una Planta Depuradora que se inauguró dos veces, fuentes reservadas aseguran que su sistema resulta ineficiente, con fallas desde la primera apertura y problemas en el funcionamiento de sus aireadores. Hasta se les ha dicho que los responsables mezquinan el encendido para ahorrar dinero. Otra medida que desconcertó al partido fue que el actual intendente mercedino, Carlos Selva, autorizó que también lleguen a la planta residuos cloacales provenientes de la localidad de Luján.
Muchos mercedinos comenzaron a observar los focos de contaminación en los Safaris Náuticos que dejaron de realizarse hace más de cinco años. Algunos no pierden las esperanzas de volver a tener un río sano, pero bajaron los brazos tras el escaso apoyo popular y las inexistentes políticas ambientales del municipio. Tal es el caso de Oscar Sellaro (video), quien tras una larga lucha dentro de “Los Amigos del Río Luján” hace casi dos años que no interviene activamente en agrupaciones.







Uno de sus compañeros y fundadores del grupo es el ambientalista Javier Moleres, quien desde los ’90 siguió su recorrido por “Cadena Ambiental”, “Vecinos Preocupados por el Ambiente”, “Cooperadora del Museo Carlos Ameghino” hasta llegar a “SOS Habitat” y la “Asamblea Ambiental de Mercedes”, organizaciones que integra actualmente. “Cuesta sumar gente, en general somos siempre los mismos que le vamos cambiando de nombre al grupo”, comentó Moleres, con humor y pena.
Los Filtros Fitoterrestres (FFT) son unas de las medidas propuestas por los ciudadanos. En febrero de 2000, los Amigos del Río Luján presentaron este tratamiento biológico natural que acelera la degradación de la materia orgánica y permite reciclar nutrientes.“La idea es justamente reproducir con los FFT los procesos que la naturaleza desarrolla en humedales o esteros, pero realizarlo en pequeñas lagunas artificiales de 60 cm de profundidad, aisladas con membrana impermeable y sembradas de plantas lignófilas propias de los pantanos”, sostiene Moleres. Los filtros naturales se distinguen de las plantas potabilizadoras porque se fusionan con el paisaje y resultan agradables a la vista, son económicos, eficientes y libres de malos olores.
En lo que respecta a Mercedes, según el ambientalista, los FFT se podrían haber encargado de los canales a cielo abierto que desaguan directamente al río, atender el problema de algunos barrios sin cloacas, mejorar el trabajo de las plantas de tratamiento de ciertas industrias o complementar a la Planta Depuradora.
Aunque en la pequeña ciudad muchas cosas se saben hace años, los lugareños y quienes se preocupen por el ambiente ya tienen varias pistas para encontrar quiénes son los verdaderos culpables de
la contaminación.

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