martes, 1 de junio de 2010

Juan Pablo Geretto: “La comunicación tiene que ver con lo femenino, no sé si con las mujeres”

El actor Juan Pablo Geretto personaliza la relación entre madres e hijos en “Como quien oye llover”. Su primer unipersonal, “Solo como una perra”, superó las 900 funciones en varias ciudades el país. Geretto, oriundo de Gálvez, un pueblo de Santa Fe, presentó por quinta temporada “Como quien oye llover”, un monólogo de su autoría en el teatro El Cubo, ubicado en el Abasto.
Los personajes femeninos signaron su carrera como actor. En televisión durante el 2003 se sumó al staff de El show de Videomatch en Telefé, con su personaje La Maestra. En el 2005 participó del programa Circo Criollo, conducido por Nicolás Repetto en Canal 9 con Ana que forma parte de “Como quien oye llover”. En 2006 y 2007 estuvo en Mañanas Informales otra vez como La Maestra.
Al respecto de este medio dijo: “Hay de todo en la televisión, es un instrumento más”, y agregó: “Si la tele hubiera tenido brazos, todavía estaríamos abrazados. Fue como una madre para mí –rió- pobre mi vieja”.

¿Te gustaría volver a trabajar en televisión?
No es que me gustaría, pero si es necesario y si se da la oportunidad, lo haría,. Sin emabargo, en la actualidad, no hay mucho lugar en la televisión para el humor a pesar de que está en todos los lugares, no específicamente. Hay otros medios bastante interesantes para laburar.

¿En cine?
Me fascinaría. Las pocas veces que lo hice me sentí muy cómodo, como en el teatro.

Estabas trabajando en una obra acerca de la soledad de la gente en la sociedad, ¿en qué quedó eso?
Estamos en proyecto todavía, tratando de escribir, de leer mucho, de rescatar cosas de libros, más que nada ideas, no tanto textos. El concepto básico de soledad, de desamparo, o de orfandad, son cosas que pueden estar en muchísimos lugares porque son sentimientos humanos desde que el hombre existe como tal. Hay algunos libros que tienen una visión más moderna de eso y otros que lo cuentan desde algún pasado. Pero básicamente el sentimiento que nos mueve es el mismo. No la tengo clara todavía, así que puede ser que terminemos hablando de otra cosa. Los procesos creativos son así.

¿Por qué todos tus personajes son mujeres?
Las mujeres fueron el lugar más cercano de mi infancia por esta condición de barrio de hombres fantasmas. Creo que las mujeres son las dueñas de la palabra y su transmisión, enseñan a vincularte, a formar oraciones, ellas son las responsables. Los hombres tienen otras responsabilidades. Toda la comunicación, el vínculo, la fundación tiene más que ver con lo femenino, no sé si con las mujeres.

Arriba del escenario, en “Como quien oye llover” representás el amor entre las madres y los hijos. Abajo del escenario ¿cómo vivís el amor?
Trato de estar bastante presente en el amor, de que no me pase el amor desapercibido, de ponerle amor a todas las cuestiones en la vida, hasta en el trámite más complicado. Tratar de poner todo el amor hacia el otro ser humano que está ahí. A veces me falla horrores, y a veces lo logro, pero no dejo de tener ese objetivo. Creo que el amor salva al mundo, lo creo tremendamente. Yo por lo menos en mi pequeño planeta de que haya mucho amor y que esté bien presente.

¿Quiénes lo incluyen?
Mis amigos fundamentalmente. Mi familia, que está lejos en el pueblo, son una presencia necesaria y agradable en mi vida. En Buenos Aires no tengo familia. Para los que vivimos fuera del lugar de nacimiento durante muchos años, los amigos y la pareja se han vuelto la familia de elección.

¿Te gustaría volver a vivir en Gálvez, extrañás esa vida?
No, no soy de extrañar esas cosas, ni de aferrarme a nada, pero sí es un lugar donde vuelvo constantemente de otra manera. Creo que los pueblos son lugares maravillosos para crecer y para morir, pero no para la vida adulta y más activa. Fantaseo con la posibilidad de algún día volver al pueblo o a un pueblo, a lo mejor ni siquiera al mío.

¿Tenés algún recuerdo de tu infancia que sea el mejor o el más importante?
No siempre el mejor tiene que ver con el más importante. No asocio mi infancia a un solo momento. Sí con la idea de espacio que había que está muy internalizado en mí. No puedo vivir en lugares chicos o en departamentos que me sienta encerrado. Necesito una especialidad diferente, eso fue parte de mi estructura de infancia. La casa era para comer, para dormir, y el resto estabas en la calle, afuera y eras dueño de esos lugares. Hoy por hoy disfruto mucho mi casa y la calle también, pero ya no somos tan dueños de la calle como antes, y menos en las ciudades grandes. Es el recuerdo más importante.

¿Extrañarías vivir en Buenos Aires?
No. Extrañaría vivir muy lejos de Buenos Aires, pero no por la ciudad en sí, sino por las cuestiones que puede llegar a ofrecer. Siempre me gustaría vivir cerca de un cine, de la película que se estrena que tengo ganas de ver y no tener que esperar como en el interior dos meses. Soy bastante ansioso con esas cosas. Me gustaría vivir cerca de lugares donde se coma bien, se consigan las cosas para cocinar. Parece una tontería pero que en el interior no llegan las cosas como a Buenos Aires. Sólo por eso la extrañaría, pero podría vivir perfectamente en otro lugar.

¿Pensás que tu estadía en Buenos Aires se va a terminar en algún momento?
Las ciudades tan inmensas, como Buenos Aires, tienen un ritmo que la gente grande no sé si puede tener. Yo no me veo viviendo acá muchísimos años más. Pero Dios dirá, no lo sé. Ojalá pueda irme a vivir a un lugar donde estemos más tranquilos. Las ciudades tienen un ritmo más juvenil. Me veo viviendo en otros lados.

¿Siempre trabajando de lo mismo?
No. Creo que voy a tener otra profesión en mi vida, pero no sé cuál.

Presentaste “Como quien oye llover” en México. ¿Las giras te permiten llevar una vida personal?
Sí, aparte yo le doy mucho lugar a mi vida personal, la tengo bastante separada del teatro por momentos, bastante junta por otros. Siempre que viajamos a algún lado con la obra, yo tengo mucho más placer en viajar que en hacer la obra. Si trabajar es el medio que me permite viajar, bienvenido sea hacer una obra, salgo ganando. Nunca voy pocos días. Si me contratan para hacer la obra en otro país, armo el viaje para quedarme más. Sí tenemos los horarios cambiados, mis fines de semana son lunes, martes, y eso se complica un poco, pero no soy el único, los que trabajan en los cines o en los shoppings también, y tienen una vida mucho más sacrificada y seguramente un sueldo más magro. La verdad es que soy un afortunado.

¿Hay algún país que te gustaría llevar la obra?
Me gustaría recorrer Latinoamérica, de hecho está en proyecto. Lugares que me gustaría viajar a mí, absolutamente todos los rincones del planeta. No hay uno que no me gustaría estar. Si es un viaje, y no es irme a vivir, quiero ir a todos lados.

Por Marina Morales.
audio: http://www.goear.com/listen/63b3199/Juan-Pablo-Geretto-
Más información:

www.juanpablogeretto.com.ar/

http://www.facebook.com/juanpablogeretto


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