jueves, 24 de junio de 2010

Si es basura y bueno, dos veces bueno

Por Juan Cruz Argañaraz

La acumulación e incineración de residuos sólidos no sólo generan grandes cambios en el medio ambiente y el ecosistema sino que también están cambiando y cada día un poco más el mercado de muebles, de accesorios y hasta el de ataúdes. La reutilización de desechos se ha vuelto una buena estrategia de marketing para aquellos emprendedores de Argentina que entran en el mercado: aquello que provoque el menor impacto ambiental, vende.
"Los argentinos se preocupan más que nada por la contaminación ambiental inmediata, la que ven sus ojos”, explica el embajador Raúl Estrada Oyuela, ex representante para Asuntos Medioambientales Internacionales en Cancillería.

La transformación que hacen algunos emprendedores argentinos con los elementos desechables, es lo que impresiona al consumidor nacional. “La actual demanda de productos y servicios sustentables se podría traducir en uno de los mayores mercados nuevos en el país”, se anima a decir el embajador. Justamente, cada vez son más, los comerciantes locales que satisfacen a los ciudadanos y se unen a la revolución de la “onda verde”.

Dentro del mercado textil, “trashion” es el nombre que se utiliza a nivel mundial para hablar de la mezcla de basura y fashion. Materiales reciclados son los elementos que usan estos diseñadores textiles que realizan productos a través de procesos respetuosos con la naturaleza. Entre las trashionsitas argentinas encontramos a “Aluminium” que realiza accesorios reciclando latas de aluminio, o “Urbag Urban Recicled Bag” que tuvo la idea de reutilizar el vinilo de los carteles publicitarios de la vía pública para diseñar carteras, monederos, cinturones y delantales. “Siempre me llamó la atención la cantidad de carteles publicitarios en las autopistas”-recuerda Luciana Torio, creadora de Urbag- “Me preguntaba que pasaba cuando esos banners gigantes se descolgaban, al tiempo descubrí que acumulaban basura y que algo había que hacer”.
Pero la re utilización de desechos no solo avanza en la industria de indumentaria sino también el diseño de accesorios y muebles. "Masekos" es un estudio de diseño industrial pionero a la hora de trabajar con materias primas surgidas de la basura: cartones, botellas y restos de sifones. “Me di cuenta que existía un ciclo de vida en los productos donde podía intervenir y de esa manera mejorar el desempeño ambiental”, explica la emprendedora Angeles Estrada. Realiza desde banquetas con maples de huevo acumulados hasta individuales creados a partir de los tubos de plástico de los sifones. Además centros culturales y universidades como la Palermo la convocaron para dar charlas explicativas. “El objetivo en los talleres de concietización que realizó es superar la aparente oposición entre residuos y objetos de uso”, reflexiona.
Otra de las curiosas formas de utilizar la basura y producir bajo un mínimo impacto ambiental, es la creación de ataúdes ecológicos de la empresa "Rest-box". Mauricio Kalinov fabrica féretros de cartón reciclado y biodegradables; acaba de traer el producto a Argentina, aunque ya lo vende en España hace algunos años. “Yo toda mi vida reutilice papeles, separe la basura y use solamente el agua necesaria”- cuenta orgullosa Victoria Alvarez de 80 años, vecina de Almagro- “Quiero que mi muerte sea acorde con lo que siempre fui, por eso le pedí a mis hijos que me compararan un ataúd reciclado”.

“Ante un mundo que agota sus recursos, el ecodiseño propone una alternativa de refinada creatividad”-concluye Estrada Oyuela- “La esperanza que nos queda a los ambientalistas es que sea tan solo el principio”. Lo cierto es que conceptos como “concientización ambiental”, “reciclaje” y “producción ambientalmente racional” empiezan a ganar terreno en Argentina de a poco y permiten imaginar un avance de preocupación real que va más allá del interés primario por las ballenas en extinción o los pingüinos empetrolados que tanto conmovían a la sociedad en la década de los 80 y 90.

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