sábado, 5 de junio de 2010

Tomás Alegre: "No me imagino sin música"



Podría decirse que Tomás Alegre lleva una doble vida: por un lado, las rigurosas obligaciones de un pianista profesional ganador de prestigiosos premios. Por el otro, la de un adolescente como tantos otros, que cursa el último año del colegio secundario y disfruta de pasar tiempo con sus amigos. Con sus cortos 17 años, todos ellos transitados en San Isidro, el músico ya se hizo del Premio Clarín Espectáculos 2009 “Revelación Música Clásica”, becas del Mozarteum Argentino y del Fondo Nacional de las Artes, entre otros reconocimientos.
El primer contacto de Tomás con la música se produjo cuando era muy niño y su padre lo estimuló para que se acercara a los instrumentos.
¿Cómo fue empezar tu carrera desde tan chico?
Fue duro, yo no sabía que iba a ser pianista, no tenía idea. Mi papá supo describir mis capacidades. El también es músico, toca la guitarra y la batería, pero no el piano. Siempre me hizo escuchar mucha música, y en casa había instrumentos. Me fue guiando, y se dio cuenta que mi interés por la música daba para más.
¿Por qué te inclinaste por el piano?
Hay mucha música hermosa y de distintos períodos para piano. Me empezó a gustar desde los 8 años, porque escuchaba mucha música clásica, además de otros géneros. A los 10, empecé a tomar clases con Susana Kasakok, que fue mi primera profesora y continúa formándome aún hoy.
¿Cómo llegaste desde esas primeras clases hasta tu debut en el Gran Rex?
Mi profe conocía al director de la Orquesta Académica del Colón, y pude ir a una audición con él, entonces a los 12 debuté con la Orquesta en la inauguración del Mozarteum. No me lo esperaba.
Recibiste muchos reconocimientos en los últimos años, ¿qué significan para vos?
Es importantísimo. Esta cantidad y calidad de premios me incentiva a seguir estudiando. Disfruto mucho tocar. Cuando lo hago vivo siento la recompensa de tanto trabajo.
¿Cómo combinás la vida de un pianista profesional con la de un adolescente que todavía no termino el colegio?
No es fácil. Mi papá se las ingenia bien para arreglarme la agenda, para que no se me junte el trabajo con los exámenes. Quiero terminar el colegio en tiempo y forma.
¿Cómo es un día en tu vida?
A la mañana voy al colegio hasta la 1 del mediodía. Después, los lunes, martes, jueves y viernes voy al Conservatorio Provincial Juan José Castro, en Martínez. Los viernes, además, tengo clases particulares de piano.
¿Qué hacés cuándo no estás estudiando música?
Me gusta juntarme a jugar al fútbol con mis amigos, ir al cine, no encerrarme sólo en el piano.
Más allá de la música clásica, ¿escuchás otros géneros musicales?
Sí, me gusta mucho el rock. Escucho a los Beatles, Deep Purple y a Peter Gabriel, gracias a mi papá que me hizo escucharlos desde muy chico. A veces, ante mis amigos o en el colegio, toco rock y blues.
¿Qué planes tenés para el corto plazo?
En agosto voy a viajar a Suiza, a participar de una beca bajo la guía de la pianista Edith Fischer . Van a ir chicos de todo el mundo.
¿Quién te acompaña en tus viajes?
A Suiza, en particular, voy a ir con mi tía. Pero, por ejemplo, a Bariloche y Usuhaia fui con mi papá. Es importantísimo contar con el apoyo de mi familia. De todas formas, me encanta viajar.
¿Qué esperás para tu futuro?
Me gustaría dedicarme a esto, es lo que mejor hago y lo que más me gusta hacer. Cuando termine el colegio, me voy a dedicar llanamente a la música. Me gustaría poder estudiar en Europa con algunos de los grandes pianistas, como hicieron muchos músicos argentinos, como Xavier Inchausti . No me imagino sin música.
Para deleitarse con la música de este jóven:
Por Lucila Pinto.

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